Llovizna

El Profesor me había alentando a escribir algún relato, respondí que probablemente escribiría sobre mis actuales sentimientos.

Hace no mucho me encuentro distinta. Disfruto mucho escribir, pero recién experimento la sensación de albergar mis pensamientos. El deseo de reservar mis sentimientos dentro de mi corazón, haciéndolos míos. De alguna manera convertirlos en algo mágico e indestructible.

Todos buscamos la felicidad o lo que la misma significa para cada uno. Pero la felicidad no se busca ni se encuentra, la felicidad como el amor es un sentimiento que es o no es. Tan simple o tan difícil como eso.

He sido feliz, como he sido también desdichada. Y lo sigo siendo: feliz e infeliz. Cada día me despierto junto con la esperanza, hay veces que resulta sencillo y parece que camino con la absoluta tranquilidad que la felicidad me regala. Otros días son difíciles, despierto con la melancolía y todo lo que ello conlleva.

Pero aquí estoy. A veces no sé cómo seguir pero sigo. Me agrada continuar, porque hay momentos perfectos que mi corazón abraza.

A veces soy llovizna, tormenta o huracán. Me gustaría seguir lloviendo, seguiré lloviendo cada día, cada tarde, cada noche y cada madrugada.

Lloverá siempre lloverá.

Martha

Algunas veces llueven gotas de sol.
Pero solo algunas veces.
Esas gotas que solo un niño puede hacer llover.
Un día, un niño me dijo
"Yo me se muchas canciones, y las guardo en mi cerebro"
"... pero no todas".

Los sonidos son recuerdos como el aroma son personas