La interpretación de la libertad

Tengo claro que en una sociedad tan amplia y diversa los conceptos interpretativos pueden ser diferentes, y a ello nada que oponer, pero hay ciertas interpretaciones de la libertad que considero equivocadas.

Hoy, Día de la Constitución, en el edificio llamado “Casa Mediterráneo” de Alacant, antigua estación de tren de cercanías y llamada “de Murcia”, ha habido un acto oficial conmemorativo. A él, por lo que he podido ver, además de políticos y gente de la sociedad civil, también han acudido militares y mandos policiales. Un grupo, de no más de doscientas personas, situados enfrente, y con pancartas anti certificado Covid, han abucheado a los asistentes, con gritos de dictadores sanitarios, al margen de otros insultos inapropiados..

Quien esto comenta tiene ya las tres dosis de vacuna perceptiva, y por supuesto con el certificado correspondiente, y siempre con la mascarilla puesta, por lo tanto, creo, no puedo contagiar de algo que no tengo. Quienes se niegan a vacunarse, sí pueden ser un peligro de contagio para los demás. Entiendo, por otra parte, que por miedo al pinchazo, suave a más no poder, o por los motivos que sea no quieren pasar por la vacunación, y han de ser respetados, pero, como posibles propagadores del virus han de someterse a unas directrices que no puedan perjudicar a los demás.

Su idea de no vacunarse no puede estar por encima de los que vacunados podamos ser contagiados, ya que la vacuna nos inmuniza al cien por cien. Acepto su idea, pero no su conducta de querer tener los mismos derechos, ya que desde siempre ha considerado que derecho y obligación han de ir dec la mano. Quien sólo busca derechos, obviando obligaciones, demuestra un sentido erróneo de la convivencia, demuestra egoísmo, demuestra cicatería, demuestra ser un vividor o un aprovechado. Las autoridades, sanitarias y políticas, han de evitarlos. En su intimidad que hagan cuanto gusten, en contacto con los demás ciudadanos, han cumplir, como todos, con la obligación.


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