¡Pobre Feijóo!

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¡POBRE FEIJÓO!

O Feijóo es un gafe o por culpa de terceros le sale todo mal. Y eso que el hombre intenta que todo le salga  a pedir de boca, incluso se debe haber operado recientemente de la vista para eliminar las lentes que, por cierto, lo hacían más inteligente, otro nuevo error, éste de imagen, pues ahora pierde enteros..., con la mirada casi perdida parece más bobo de lo que es.

Pero a lo que vamos, la tragedia de València le va a perjudicar por no ser valiente y decir lo que siente (porque lo siente) y lo que sienten todos en el PP, sobre la inoperancia y el grave descuido de Mazón con 220 muertos sobre su espalda, que es tema muy gordo. Y ahora el gran fracaso en su intentona de no ver a la señora Teresa Ribera, del PSOE, como vicepresidenta en el Consejo de Europa, y preferir ver en el cargo a cualquier otro político que no sea de España; una idea de su españolismo muy extraña, aunque ya sabemos lo de otra figura de su entorno, la que dijo sin ruborizarse. “Antes alemana que catalana” Queda claro que lo español, sea catalán, sea socialista, les importa bien poco a este grupo que, lo recuerdo, fue denominado como asociación criminal para la delincuencia.

Feijóo, y en España ya se le conoce bien, no sirve para el diálogo, como cacique gallego no está acostumbrado a dialogar con quienes piensan diferente, sino a que se cumpla lo que él ordena como una especie de dictadorzuelo. Y no sabe, aún, que en el Parlamento español no vale ser el más votado, sino el que sea capaz de convencer a más diputados, o sea, tener labia y tener lo que se dice mano izquierda (valga la expresión en un conservador de la derecha tradicional) por lo tanto ¡pobre Feijóo! Su ambición de “ocupar” la Moncloa, intuye, sabe, conoce, se ha dado cuenta, de que para él es una quimera…

¡Pobre Feijóo!

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