La Feria Parlamentaria ¿Golfadas?

Lo ocurrido hoy en el Parlamento, referente a la reforma de la Ley laboral, ha sido esperpéntico, como esperpéntico es la mayoría de cosas que ocurre en este país relacionado con la política, debido a que elegimos a gente impresentable.

Cuando dos parlamentarios, cuyo voto se esperaba fuese favorable al cambio, trastocaron su voto en contra de lo establecido por su partido, y que favorecía a los contrarios, en este caso concreto al PP y Vox en su insana idea de que la reforma no saliera adelante, la sonrisa de algunos de sus líderes ya nos demostraba que algo turbio había. Ver el fracaso del Gobierno era plato muy apetecible para la oposición. Sánchez iba a catar su propia medicina, pero, cosas de la vida, de los seres humanos, y quién sabe si “también” presuntamente de la compra-venta de voluntades, que de todo se da en la Viña del Señor don Juan, un diputado de la derecha vota a favor. ¡Anatema! Se equivoca, y las sonrisas anteriores, algo socarronas e hipocritillas de la derecha que ya se veía disfrutando de la derrota del POSE, de repente se transforman en ira, y salen hasta los puños y los malos gestos a relucir… Parece ser que muy españoles no lo son, al menos muy españoles conocedores de España, ya que hay un refrán muy sugestivo, muy nacional también, y es el que sentencia: “donde las dan las toman”.

Pudiera ser que no, que los dos parlamentarios de UPN no se hayan vendido, sino que hayan entendido que la reforma de la ley no era conveniente, como también que el parlamentario del PP no se haya equivocado en su voto a favor del cambio, y fuera muy consciente de lo que hacía porque consideraba que era mejor para la clase trabajadora. Si recordamos el tamayazo, o el cambio de la Maruja que dio la alcaldía a don Edu Zaplana, y de allí a gobernar la Generalitat Valenciana y ser después ministro de Asnar, se puede entender todo. O quizás no...

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