¡Han llegado las golondrinas, qué ilusión!

por daniel Sáb 30 Abr - 15:51

Ha llegado la primavera nadie sabe como ha sido, pero este año, y con ella han llegado las golondrinas, pocas, más que el año pasado que no vino ninguna y su trinar llena mi calle al atardecer.

Que ilusión oír su escandaloso paso por el cielo,

Primer día:
Hoy, esta mañana, he visto con alegría que en el borde de un agujero que tengo en la pared que da a la acera, sobre la ventana de mi dormitorio, se ha posado una golondrina como inspeccionando el hueco, y pienso que sería una suerte que anidaran en mi pared, en mi casa.

Segundo dia:
Me he levantado con la ilusión de ver lo que de
verdad se ha hecho realidad. La golondrina con su traje de blanco y negro, en su rápido vuelo entra y sale del agujero, primero se queda en el borde y después y con el pico parece buscar algo. Sale y vuelve al poco con algo en el pico que parece un +palito, o una brizna de matojo.

Tercer dia:

Si, cuando salgo mirando para arriba, casi sin desayunar con las prisas, veo con intensa alegría que ya hay hecho un principio de nido, el clásico de toda la vida de las golondrinas, y que sobresale de la pared. Los vecinos cuando pasan y ven el 7/acontecimiento hasta me felicitan por la suerte que he tenido. Es un acontecimiento en la pequeña ciudad, y hasta puede que venga la tele a ver y enseñar al mundo este raro fenómeno perdido hace años.

Cuarto dia:

Salgo como siempre mirando para el nido que parece estar terminado, y la golondrina que no sale, ¿estará empollando sus huevos? El golondrino macho se posa a ratos en el borde el nido llevando en el pico pequeños gusanos y orugas, entra y vuelve a salir volando. No estoy quieto de la alegría, y voy de aquí para allá en la acera, y se lo digo a todo el que pasa.

Quinto día.:

No veas lo escandalosos que son los polluelos de golondrinas, temprano, al amanecer, se ve que tienen hambre y escandaliza diciéndole a su madre que quieren el desayuno, . Que madrugón me he pegado, salgo adormilado, y veo algo que antes no había visto, que las defecaciones de las golondrinas han dejado una fea huella en los cristales y que baja por la pared hasta el suelo amontonándose allí un montoncito de excrementos de pájaro, claro, no va a ser de cabra. Me paso media mañana limpiando y restregando los cristales que quedan casi limpios, pero la mancha
de la pared no sale. Los vecinos que tienen que dar un rodeo para no pisar las cacas golondrineras, me dicen que tendré que pintar la pared, que esas manchas no salen.

Sexto día:

Otro día sin poder dormir. Me levanto aburrido por el escándalo de la leche. Salgo a la acera al ver que de nuevo los cristales están manchados, y opacos por las cagadas, y la pared que da pena además el montón del estiércol del suelo que ha vuelto a formarse. Ya me estoy cansando de las golondrinas de la leche, y de su nido, porque no tenían otra casa para anidar en ella, y se vinieron a la mía, que parece ser el cuarto de baño de toda la bandada.

Séptimo día:

Me levanto cansado, soñoliento y sin ganas de mirar el nido, por lo que cada día y a pesar de que lo limpio, amaneces hecho un estercolero. Me cachis en la lesches y en las golondrinas guarras, estas que solo saben ensuciar, se podían haber quedado en su o p.. África, o irse de una P. vez ya, y dejar de ensuciar, o mejor no venir más porque para la gracia que hacen. Una m…… para las golondrinas y sus polluelos.

Octavo día.

Ya no aguanto más, hay que acabar con estas gorrinas, y no espero a que se vayan, sino que les tapo, con rabia los destrozo con las manos el nido, y que se vayan a su puto país, que son unas escandalosas asquerosas y guarras como ellas solas. Se acabó cojo una escalera, cemento y a t. por c.. Las golondrinas.

No somos na mas que sufridores