Lo que no me gusta de Podemos

En mi descargo, si me lo permiten, diré que lo que voy a comentar parte de una noticia, mejor dicho de un titular de televisión pues la noticia no la he leído, en el que se decía que Podemos intenta que los colegios concertados pasen a manos públicas.

Vaya por delante que soy un decidido a que la educación en España, como en cualquier otro lugar, sea pública, de excelente calidad en la parte académica, en los establecimientos para la enseñanza (nunca barracones) y el profesorado, del que al final diré, bien retribuido y de lo mejor.

Lo primero que debiera haber hacer el Estado español, ya desde siglos atrás, es que esto estuviera completamente al día. Políticas, gobiernos y regímenes autoritarios, nunca han trabajado intensamente en ello, no sé si porque a mayor ignorancia en la ciudadanía (en otros tiempos vasallos o por obligación adictos al régimen) mayores posibilidades de engaño hacia ellos. Pudiera ser… Ante esa falta de interés, acudir a la educación privada ante la incapacidad pública de estar en todas partes y con extraordinaria calidad, ha sido una ayuda indiscutible, que ahora, lo de “pasar a manos públicas”, me suena a expropiaciones, muy estalinista la idea, sí, pero contra la que estoy totalmente identificado. El Estado ha de construir establecimientos públicos de enseñanza, y que respete a los privados, pues habrá padres que deseen éstos, y el expolio nunca me ha gustado. No necesitamos una Chaves que vaya indicando qué colegios privados hay que expropiar…

Que conste que paso de religiones e iglesias, en este aspecto no me une nada a ellos, pero sí el respeto a que puedan servir, siempre que se adapten a lo que se legisle en la educación estatal, y si amplían sus horas lectivas en la enseñanza y práctica de la religión, es cosa suya, y la de los padres que las elijan. Como si en otras dedican más horas de las establecidas al deporte o actividades artísticas o lúdicas...

Pero hay algo que debo decir, y es que mientras en la enseñanza pública, al profesorado, por ser funcionario, no se le puede despedir con la misma facilidad que en la privada, pudiera ser (y hay mucha constancia de ellos) que hayan profesores que una vez el puesto en sus manos no corresponden con el trabajo e interés en la enseñanza que les debe ser obligado, mientras que en la privada, como han de corresponder con los padres que abonan una parte importante, las direcciones sueles ser más exigentes. Puede ser (no le tengo excesivamente muy claro) que la enseñanza privada resulte de mejor calidad en general, en la pública puede ser incluso mejor si depende de la implicación del propio alumno o por tener profesores más competentes y comprometidos con su indispensable labor.

En definitiva, que el Estado ha de ponerse a trabajar intensamente para que la educación privada no sea una necesidad pública por no estar completamente al día en todas las comunidades, desde la ciudad más grande a la aldea más pequeña o modesta, principalmente en cuanto a instalaciones educativas bien preparadas se refiere. Por otra, que el profesorado público ha de tener una idoneidad tanto o mejor que la parte privada, y que ésta ha de coexistir libremente al margen de si es religiosa (católica, judía o árabe...) como si es privada y no religiosa igual.


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