Una suciedad urbana fácil de solucionar

La “moda” creo nos llegó de Argentina. Fue un momento en que se desplazaban hacia España miles de ciudadanos de este país hermano, y empezamos a ver, en postes de semáforos, farolas, incluso árboles, anuncios en papel de ofertas de trabajo, o solicitándolos, ampliándose a otros menesteres como lectura del tarot y del porvenir, pequeños transportes, etcétera. Una manera gratuita de anunciarse.

En principio la idea no era mala, salvo que el uso y abuso han llegado a un momento de ofrecer un aspecto de descuido y falta de limpieza que me desagrada. Por otra parte ni la señora que ha perdido a su gata Cris, y la busca, puede anunciarse en prensa, radio o televisión, queda claro que es una manera sencilla de hacer publicidad pequeña y gratuita. Pero al final, ya son pequeñas empresas o autónomos los que haciendo uso de estas farolas, semáforos, desmejoran la ciudad, que es de todos, y debieran tener más cuidado.

Sin embargo en dos ocasiones (al PP y al PSOE) he propuesto por medio de las concejalías pertinentes una idea para solucionarlo, cosa que ni uno ni otro partido ha tenido la cortesía de responderme, o bien indicando que lo estudiarían, o que no procede. Los políticos solo cuentan con nosotros para el voto, ya que la idea solo vale la de ellos. Prepotentes sí lo son.

Mi idea era colocar una especie de tablones de anuncios para estos menesteres, para que los ciudadanos se ofreciesen para pequeños trabajos, solicitar lo que consideraran conveniente, reparaciones domésticas, etcétera. Propuse que se colocaran, principalmente, al lado de las paradas de autobuses, y en parques y jardines donde la ciudadanía acude masivamente, como también en las cercanías de los centros comerciales, y que mediante un bando se prohibiera terminantemente el uso de farolas para pegar sus ofertas, con una multa económica si fuera necesario. La ciudad ha de tener un aspecto limpio, ordenado para el bien de todos.

Estos tablones podrían llevar en su parte superior publicidad de alguna empresa que los colocara y sufragara su gasto en vez de la hacienda municipal, y establecer un diseño en consonancia con la ciudad para que hubiese uniformidad.

Pero nadie me hizo caso. Los políticos si no hay cacho al que arrimarse, los temas propuestos no les sirven. Y las ciudades presentan el aspecto deplorable de abandono, suciedad y desorden. Con lo poco que costaría arreglarlo, pero los dirigentes políticos están en otras hondas, especialmente en peleas y follones partidistas. Y así nos va

.