El Pensador

EL PENSADOR

Ahí lo tiene ustedes, pensando, reflexionando, como corresponde a un día como hoy; como quieren los políticos que hagamos todos: reflexionar. Pero ¿para qué y por qué? ¿Por las promesas, miles, que estos días hemos recibido de ellos? ¿Acaso alguien no acuñó la frase “puedo prometer y prometo” y ahí quedó terminada sin concluir con “y cumpliré”? Porque prometer es muy fácil, algunos, no políticos pero pensando en ellos, han acuñado esta otra: “prometer hasta el meter”; y una vez metida, “si te he visto no me acuerdo”, que viene a ser una copia de esta otra: “donde dije digo, digo Diego”, que en realidad todas se resumen en lo mismo: pensar que somos tontos.

Y sí, como la figura de Rodin, debemos pensar: en lo que nos mienten, en lo que prometen y no cumplen, en que con ansias buscan el poder, no para trabajar por el pueblo, y en especial por la parte más débil de ella, cosa que debiera atribuirse a todos, pero más aún a la parte que se llama izquierda, porque la derecha tiene otros amos, otras voces que reclaman su contribución a hacerles la vida más amena aumentando su bolsa.

Pensemos, cavilemos, reflexionemos… pero no excesivamente; ya que si lo hacemos en profundidad y en extensión, y somo demócratas y nos gusta las elecciones y cumplir con nuestros deberes, las urnas, el domingo por la noche, se verían repletas de sobres. Pero sobres sin contenido, sobres que demuestren que deseamos votar, pero que ninguna oferta de las presentadas nos atrae, ya que tras la reflexión, cavilar o pensar, podemos llegar a la conclusión que nuestras ambiciones, necesidades y deseos son tantos que no caben en sobre tan pequeño.

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