"La planta"

“La plantá”

Ayer noche dio comienzo “la plantá” por calles y plazas de la ciudad de Alacant de los 180 monumentos y las 48 barracas para celebrar las fiestas de “Les Fogueres de Sant Joan”, con tal motivo gran parte de la misma, en especial su centro tradicional, se verá afectado de circulación rodada, pues hasta el día 25 que se reabra permanecerá cerrada al tráfico de vehículos, salvo taxis, policía, bomberos y ambulancias.

La ciudad recobra así, como cada año, un auténtico museo de monumentos de cartón piedra, madera, pintura, donde se reflejarán críticas sociales, políticas, de actualidad, a nivel local, nacional o internacional, sucedidos en al año anterior.

Aunque la “la plantá” oficial es el día 21, fecha en que para poder optar a cualquier premio establecido han de estar completamente plantadas y terminadas, las calles ya están llenas de los ninots y otros elementos decorativos. Hay hogueras que por su altura, ya que sobrepasan los 20 metros, han de emplearse grúas para su alzada. El montaje de las piezas, por su complejidad, es también un espectáculo que gusta de ver a los locales y que asombra a los foráneos que nunca lo han visto. Una pregunta muy habitual en éstos es “¿por qué quemar estos monumentos tan bonitos? y la respuesta de los alicantinos no es otra que esta: “porque han nacido para ser quemados”. Otra pregunta frecuente es que emplear dinero para ser quemado no se entiende. No es así. La fiesta de hogueras da trabajo a mucha gente durante todo el año, como es a los constructores de los monumentos, la utilización de maderas, cartón piedra, pinturas, escayola para las formas, etcétera; en los desfiles cada hoguera contrata a una banda de música, hay consumo masivo de flores para la tradicional ofrenda y la ciudad mueve una cantidad de millones de euros estos días importantes, beneficiándose la hostelería en general y otros establecimientos, como los constructores de carrozas para los desfiles, floristerías. En realidad es un gran negocio, al propio tiempo que unos días de asueto para las gentes, que nunca vienen mal...

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