El foro nuevo
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Últimos temas
» Pestes y plagas... Jesucristo puede acabar con ellas.
por Kimo Hoy a las 23:27

» Como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será ...
por Kimo Hoy a las 22:42

» Cuál es el verdadero pueblo Judío o Pueblo de Israel
por Kimo Hoy a las 22:37

» Los primeros cristianos sólo seguían el camino de la misericordia...
por misericordia Hoy a las 22:24

» Pena de Muerte ¿Mandó Jesucristo las penas de muerte?...
por misericordia Hoy a las 22:24

» Los Mandamientos de Jesucristo...
por Kimo Hoy a las 22:21

» ¿Mandó Dios a los hombres matar a hombres, mujeres y niños de los Pueblos vencidos?...
por misericordia Hoy a las 22:21

» El Racó del Separatista
por Porsituquieressaber Hoy a las 22:03

» Hablamos de México
por Giordano Bruno de Nola Hoy a las 20:53

» Pablo Iglesias
por Giordano Bruno de Nola Hoy a las 20:52

» Chiste Gráfico
por Dorogoi Hoy a las 20:37

» Música y danza religiosa de la India:
por HH Hoy a las 20:33

» Cada mañana miro por la ventana esperando que llegue mi amigo Jesucristo...
por Elisabet Hoy a las 20:05

» Guerra en Ucrania
por petra5 Hoy a las 19:47

» Un abogado contra la demagogia. (Videos)
por HH Hoy a las 17:52

» No hay pecados heredados de los antepasados...
por Kimo Hoy a las 16:33

» Lawfare o los abogados contra la democracia
por Giordano Bruno de Nola Hoy a las 15:57

» Pedro Sánchez abandona el gobierno
por Porsituquieressaber Hoy a las 15:51

» Curiosidades fotográficas.
por Dijousmercat Hoy a las 15:32

» El teatro de Will. (Videos)
por HH Hoy a las 15:08

» Vídeos de humor
por HH Hoy a las 14:23

» It's only Rock n' Roll but...
por Porsituquieressaber Hoy a las 14:16

» Un minuto de guitarra eléctrica:
por Dorogoi Hoy a las 12:41

» Como España no hay na
por EL POSTIGUET Hoy a las 09:52

» Di lo que quieras...
por Estocada Hoy a las 04:16

» Guerra en Israel
por Giordano Bruno de Nola Hoy a las 02:05

» Cravos Bermelos
por Giordano Bruno de Nola Hoy a las 01:08

» Este es mi hilo
por pepelu Ayer a las 22:37

» Interesante tema de debate
por Dijousmercat Ayer a las 20:57

» Milei: Las locuras del loco.
por Hamol Ayer a las 04:17

Ser artista bajo el Comunismo

4 participantes

Ir abajo

Ser artista bajo el Comunismo Empty Ser artista bajo el Comunismo

Mensaje por barakarlofi Sáb Oct 07 2023, 10:48


Ser artista bajo el comunismo: acoso, delación, cárcel, tortura y muerte
Manuel Florentín presenta un libro excepcional donde cuenta la historia del socialismo totalitario a través de lo que pasó a sus escritores y creadores
Boris Pasternak es uno de los ejemplos de escritores perseguidos por el totalitarismo soviético
Boris Pasternak es uno de los ejemplos de escritores perseguidos por el totalitarismo soviéticolarazonLa Razón
TONI MONTESINOS
Barcelona Creada: 07.10.2023 02:11
Última actualización: 07.10.2023 02:11


La situación del escritor frente al poder político, que le vigila y le castiga si no se adapta a las normas de lo que se ha de decir en pos del bien general que dictan los gobernantes, tuvo su máxima expresión, por duración y contundencia, en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. «Mi patria, Rusia, es un campo de pruebas donde la historia realiza sus experimentos sociales, y donde además no tiene en cuenta el destino de cada uno de los hombres aislados», dijo el ucraniano Izraíl Métter. Los precedentes del sufrimiento de aquellos que alzaron la voz y fueron silenciados en este contexto ruso son ilustres ya desde el siglo XIX, como Pushkin y Dostoievski, y se extienden a los que estudió Vitali Chentalinski en «De los archivos literarios del KGB».

Bolchevique desde 1915, Kolontái fue la primera mujer de la historia en estar al frente de un ministerio en el Gobierno de una nación
Lecturas
Libros de la semana: de la biografía definitiva sobre Alexandra Kolontái a lo nuevo de John Banville

Un Chaikovski por todo lo alto en les Arts
Crítica de clásica
Un Chaikovski por todo lo alto en les Arts

Este logró desempolvar papeles secretos trayendo del pasado a «escritores y filósofos, ascetas y epicúreos, vencedores y vencidos», sacándolos del olvido y la ignominia hasta escribir «un relato verídico y documentado acerca de los avatares de la Palabra rusa durante la era soviética». El autor tenía claros sus cálculos: «Durante el periodo soviético fueron detenidos unos dos mil escritores. Cerca de mil quinientos perecieron en cárceles y campos de concentración mientras esperaban en vano que se los pusiera en libertad». Los casos son de sobra conocidos: Ósip Mandelstam, en un campo de concentración de Vladivostok por escribir un poema sobre Stalin y su «bigote de cucaracha»; Isaak Bábel, fusilado; Mijaíl Bulgákov, marginado; Andréi Platónov, con sus manuscritos confiscados y la prohibición de publicar nada; Borís Pasternak, que renunció al Premio Nobel de Literatura ante las amenazas del gobierno, que había prohibido «Doctor Zhivago»; y Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva, que padecieron la censura de sus escritos o el ensañamiento con sus parejas e hijos.

En fin, los ejemplos siguen y siguen, como sabe a la perfección Manuel Florentín, que nos brinda un trabajo fabuloso, «Escritores y artistas bajo el comunismo. Censura, represión, muerte», en el que también, aparte de escritores, aborda casos como el del cineasta Serguéi Eisenstein, que apoyó la Revolución de Octubre y se alistó en el Ejército Rojo, aunque luego padeció la presión de los dirigentes; o Dmitri Shostakóvitch, cuya ópera «Lady Macbeth de Mtsensk» condenó el periódico «Pravda» al no encajar en los cánones estéticos nacionalistas imperantes; había compuesto una obra que se consideraba burguesa, apolítica, confusa, pervertida, y ello lo convertía en «enemigo del pueblo». Florentín se adentra en un campo de estudio descomunal, pero presenta todo con un orden coherente que nos lleva, primero y certeramente, a hablar de que «la izquierda europea y los intelectuales afines no solo apoyaron a los regímenes comunistas, sino que, además, cuando alguien procedente del Este denunciaba aquellas dictaduras, como Czeslaw Milosz al exiliarse en Francia, era acusado de haberse vendido al capitalismo y, en consecuencia, le hacían el vacío».

Unos pocos, sin embargo, se atrevieron a ir contracorriente, como Albert Camus, y «denunciaron a los regímenes comunistas por su carácter totalitario y por violar los derechos humanos, lo que les valió todo tipo de críticas de sus homólogos más radicales de izquierdas, como Sartre». El trasfondo del libro, claro está, es político, y sigue la pista de innumerables intelectuales o artistas que «defendieron la libertad de expresión y de creación en los países comunistas. Que defendieron la democracia, y un verdadero socialismo igualitario frente a los sistemas jerárquicos y dictatoriales, frente al socialismo totalitario y los privilegios y abusos de poder de sus clases dirigentes».

Trabajos forzosos
Así, junto a nombres famosos, el lector encontrará otros que no lo son tanto, como Lin Zhao, una poeta comunista que vio las atrocidades cometidas por el Gobierno durante la Revolución Cultural y que, a partir de ello, se hizo una voz disidente; al final, pagó su atrevimiento, pues en 1958 sería enviada para ser «reeducada» a un campo de trabajos forzados del Gulag chino. Florentín estructura el libro a partir de las actividades de este tipo de regímenes violentos y controladores, cuando no homicidas, y refiere fases como la delación: «Solía ser el origen de una caída en desgracia, y estuvo a la orden del día en la Unión Soviética. Ya habla de ella el socialista español Fernando de los Ríos en su viaje a la Unión Soviética en 1921».

Pero la delación también se daría después de Stalin, en tiempos de Jrushov, cuando «un joven fue denunciado por otro que le oyó contar que su padre había sido fusilado. El joven en cuestión desapareció; pasó quince años en un campo de concentración haciendo trabajos forzados». Por otro lado, tenemos el caso de Ismail Kadaré, que habla de «mujeres agentes» reclutadas por la Sigurimi albanesa para recabar información, en forma de chicas «jóvenes y románticas, generalmente, que llegaban a mantener relaciones íntimas con músicos o escritores conocidos».

En Albania, apunta Florentín, se estima que uno de cada cuatro habitantes era confidente; en Checoslovaquia, entre los años 1954 y 1958, la policía política contaba con 132.000 «colaboradores secretos», y llegó a los 200.000 a finales de los años ochenta. Y en Hungría, en la Cuba castrista y la Camboya de Pol Pot, más de lo mismo: «Nadie se fiaba de nadie, y la delación se convirtió en una adecuada vía para hacer méritos y obtener beneficios del régimen». Incluso había escritores informantes en el país caribeño, mientras que en terreno camboyano los niños, «considerados hijos del Angkar (el Partido Comunista), fueron separados de sus padres a los seis años y se los adoctrinó para que ejercieran un papel de vigilancia destinado a preservar el sistema, lo cual conllevaba la delación incluso de sus progenitores».

La farsa de la justicia
Tras la delación venía el arresto y las torturas con descargas eléctricas o ahogamiento, los asesinatos a sangre fría o el encarcelamiento, por no hablar de «la farsa y el espectáculo de los procesos judiciales», previos a integrarse en el sistema de campos de concentración. Curiosamente, cabe resaltar este detalle tan sanguinario, que emparenta con todas las formas que existen del totalitarismo: «Algunos de los campos de concentración y centros de represión de los países comunistas fueron los mismos que habían utilizado los nazis hasta 1945. Por ejemplo, la sede del KGB en Vilna, hoy museo en el que se pueden visitar las celdas y lugares de tortura, fue cuartel general de las SS».

Este periodista, corresponsal en las guerras de Yugoslavia y del Golfo y en la invasión de Panamá, sabe bien de lo que habla. Después de su empleo en la Prensa, se hizo editor, primero en Anaya & Mario Muchnik y durante los últimos veinticinco años en Alianza Editorial, y se preocupó de estudiar la política continental más turbia, de lo cual han surgido trabajos como «Guía de la Europa Negra. Sesenta años de extrema derecha» (1994). En sus palabras, el comunismo fue «un sueño político en busca de una sociedad más justa e igualitaria. Pero el sueño se materializó en pesadilla para los que sufrieron los regímenes comunistas, ya que, desde sus orígenes, se impusieron como dictaduras de partido único, sistemas totalitarios y antidemocráticos que acabaron con todo tipo de libertades políticas, individuales y sociales». Es así de sencillo y meridiano, y sin embargo, tal sistema aún perdura en cinco lugares: China, Cuba, Laos, Corea del Norte y Vietnam.

_________________
Cuando denunciar la verdad se convierte en un delito, estás siendo gobernado por delincuentes
barakarlofi
barakarlofi

Mensajes : 2522
Fecha de inscripción : 21/09/2022

Volver arriba Ir abajo

Ser artista bajo el Comunismo Empty Re: Ser artista bajo el Comunismo

Mensaje por Giordano Bruno de Nola Sáb Oct 07 2023, 14:35

Correcto, ahora marca una diferencia con el régimen dictatorial de Franco. Era lo mismo.
Nombrarlo comunismo o nacionalismo hispano. El problema es el mismo. Así que la disyuntiva que pretendes es falsa.
Independientemente de que llamas comunismo al estalinismo.

_________________
¡Pensar por cuenta propia!


Ser artista bajo el Comunismo F5238610
Giordano Bruno de Nola
Giordano Bruno de Nola

Mensajes : 32112
Fecha de inscripción : 07/12/2020
Edad : 65
Localización : México

Volver arriba Ir abajo

Ser artista bajo el Comunismo Empty Re: Ser artista bajo el Comunismo

Mensaje por Porsituquieressaber Sáb Oct 07 2023, 14:40

Los artistas a que clase pertenecían ¿al capitalismo o al proletariado?
Porsituquieressaber
Porsituquieressaber

Mensajes : 14012
Fecha de inscripción : 29/01/2021

Volver arriba Ir abajo

Ser artista bajo el Comunismo Empty Re: Ser artista bajo el Comunismo

Mensaje por Dorogoi Sáb Oct 07 2023, 15:12

Hola,
durante la URSS no se consideraba el arte como un modo de trabajar. Si uno querìa ser artista debìa cursar los colegios e institutos oficiales para luego conseguir un trabajo con sueldo como artista (sinfònica, etc.). Eso de ir a tocar en la calle o en el metro estaba prohibido y si uno no tenìa un trabajo iba a la càrcel.

La idea era de hacer del arte algo profesional o sino en casa en los ratos libres luego de trabajar; eso si estaba permitido. Claro que si uno tenìa talento especial tenìa becas para estudiar sin trabajar, pero son pocos los casos. Todos se creen talentosos, pero sòlo algunos lo son realmente.

Saludos.

_________________
.
.
"Cada hombre es lo que hace de lo que hicieron de él".[Sartre]

No pretendo cambiar el mundo, pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia.
.
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Ser artista bajo el Comunismo Russia10
Dorogoi
Dorogoi

Mensajes : 3685
Fecha de inscripción : 07/01/2021
Edad : 72
Localización : Earth planet

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.