En la vida real sois como os describís en el foro?

Dicen que hay diferentes versiones de nosotros mismos, y cada persona tiene una versión según por donde te muevas. En el trabajo, con los amigos, familia, pues algunas personas se comportan de forma distinta. Su personalidad es la misma, pero cambia de rol a la hora de relacionarse.

Yo por ejemplo, en la vida real soy un poco más reservado, tirando a introvertido. Obviamente el Altruista de los cómics(del Vlog) es un personaje. Si fuera como él, estaría con fármacos para la cabeza. XD

Ya lo he expresado alguna vez, en mi entorno tengo fama de antipática, y quizá tengan razón, suelto las cosas tal como me vienen, a veces con rabia. En los foros intento minimizarlo y que no se me note, pero creo que no siempre lo consigo, a veces me sale la motera malhablada que llevo dentro.

Yo soy bastante parecido en la vida real que en los foros.

Pienso que en la comunicación oral o "en directo", quizás nos fijemos más en como vemos a los individuos, y puede que seamos más respetuosos y tolerantes, pués al encontrarnos cara a cara, no es lo mismo que en un foro de debate en donde, al no conocernos personalmente, andamos buscando los tres piés al gato.

En este segundo caso, puede que ni la educación ni la empatía jueguen el mismo papel que en el primero.  

Yo, particulamente, un poco cansado de haberme encontrado tanto fantasma como corre suelto por estos lares, opto por decir las cosas tal como las veo o siento, sin demasiados miramientos para aquellos que te quieren vender humo como a lluvia de vida.

Obviamente, debido a nuestra naturaleza tan condicionada por fenómenos exteriores, parece normal que unos días amanezcamos con una mente más clara, y otros como más oscura o obtusa, y que debido a ello haya algún que otro pequeño roce que si ocurre a menudo, hace que uno sea más cascarrabias que otros.

Y ya en otro plano, pensemos que, lamentablemente, los más farsantes e hipócritas, son los que mejor viven en este Planeta...

Casi igual, más tranquilo.

Yo sì. La diferencia es que no tengo oportunidad en la vida real de conversar sobre temas tan variados como en el foro. Ademàs, converso con una o dos personas solamente y ya se conoce la posiciòn de los otros.

No es tan comùn charlar sobre filosofìa, religiòn, geopolìtica y tantos temas con colegas o amigos como en un foro. Ni hablar de debatir sobre algo. Los debates pueden traer enemistades y uno cuida mucho los amigos o conocidos de la vida real lo que limita la posibilidad de explayarse a gusto; uno busca de ser polìticamente correcto y se autocensura màs que en un foro. También en las redes sociales, ya que tengo como "amigos" gente a las que respeto y aprecio. Los demàs ni se acercan.

Hace mucho años atràs los foros estaban abarrotados y uno no buscaba ser polìticamente correcto. Habìa usuarios para elegir. Hoy bajò la participaciòn y quedan sòlo personas donde la mayorìa son de respetar y dignas de dialogar.

A la gente no les gusta debatir ya que son reacios a respetar la opiniòn de otros y a argumentar sus opiniones como para realizar un anàlisis; prefieren largar su opiniòn porque "asì lo digo yo" y si no te gusta "es un problema tuyo"; cualquier opiniòn diferente nace de una mente subdesarrollada. Prefieren lo trivial, lo superficial, el chismerìo, etc. y por eso las redes sociales han tenido tanto éxito. Los que prefieren el debate o el diàlogo exhaustivo siguen en los foros, pero son una minorìa absoluta.

De todos modos, yo soy el mismo en la vida real, no tengo la concentraciòn suficiente como para fingir y recordar una personalidad acà y otra diferente allà.

Saludos.

Dorogoi escribió:Yo sì. La diferencia es que no tengo oportunidad en la vida real de conversar sobre temas tan variados como en el foro. Ademàs, converso con una o dos personas solamente y ya se conoce la posiciòn de los otros.

No es tan comùn charlar sobre filosofìa, religiòn, geopolìtica y tantos temas con colegas o amigos como en un foro. Ni hablar de debatir sobre algo. Los debates pueden traer enemistades y uno cuida mucho los amigos o conocidos de la vida real lo que limita la posibilidad de explayarse a gusto; uno busca de ser polìticamente correcto y se autocensura màs que en un foro. También en las redes sociales, ya que tengo como "amigos" gente a las que respeto y aprecio. Los demàs ni se acercan.

Hace mucho años atràs los foros estaban abarrotados y uno no buscaba ser polìticamente correcto. Habìa usuarios para elegir. Hoy bajò la participaciòn y quedan sòlo personas donde la mayorìa son de respetar y dignas de dialogar.

A la gente no les gusta debatir ya que son reacios a respetar la opiniòn de otros y a argumentar sus opiniones como para realizar un anàlisis; prefieren largar su opiniòn porque "asì lo digo yo" y si no te gusta "es un problema tuyo"; cualquier opiniòn diferente nace de una mente subdesarrollada. Prefieren lo trivial, lo superficial, el chismerìo, etc. y por eso las redes sociales han tenido tanto éxito. Los que prefieren el debate o el diàlogo exhaustivo siguen en los foros, pero son una minorìa absoluta.

De todos modos, yo soy el mismo en la vida real, no tengo la concentraciòn suficiente como para fingir y recordar una personalidad acà y otra diferente allà.

Saludos.

Hace algunos años, sobre todo en verano donde por las noches, a la fresca, nos reuníamos varios amigos y vecinos para charlar, tuvimos la ocurrencia de crear debates sobre diferentes temas, y por sorteo uno tendría que defenderlo y otro contrarrestar. La verdad es que resultaba entretenido, y más cuando a alguien de ideas progresistas tenía que defender ideas conservadoras, o viceversa, y perder o ganar la apuesta que los otros contertulios tendrían que votar al final del tiempo establecido. Porque apuesta la había, una sencilla y simple invitación: un refresco, una horchata. Casi siempre resultaba muy difícil defender una idea en la que no crees, pero como exigencia del juego la practicábamos, y, modestamente diré que alguna vez gané defendiendo, para el exterior, lo indefendible interiormente.

Pero este juego, aparentemente sencillo, creo que nos benefició, y el espíritu democrático salió fortalecido en todos nosotros. Nos obligaba a ver motivos en la idea ajena a la nuestra y defenderlos como si los sintiéramos.

*

Sí en lo fundamental.
Leo y escribo en este foro (antes era otro su nombre) desde 2010; en 2012 cambie al nick actual por razones de ordenador.

En todo este tiempo beneficios me ha proporcionado tanto el poder expresarme, como leer a foreros/as cuya inteligencia y humanidad es notoria.

EL POSTIGUET escribió:

Dorogoi escribió:Yo sì. La diferencia es que no tengo oportunidad en la vida real de conversar sobre temas tan variados como en el foro. Ademàs, converso con una o dos personas solamente y ya se conoce la posiciòn de los otros.

No es tan comùn charlar sobre filosofìa, religiòn, geopolìtica y tantos temas con colegas o amigos como en un foro. Ni hablar de debatir sobre algo. Los debates pueden traer enemistades y uno cuida mucho los amigos o conocidos de la vida real lo que limita la posibilidad de explayarse a gusto; uno busca de ser polìticamente correcto y se autocensura màs que en un foro. También en las redes sociales, ya que tengo como "amigos" gente a las que respeto y aprecio. Los demàs ni se acercan.

Hace mucho años atràs los foros estaban abarrotados y uno no buscaba ser polìticamente correcto. Habìa usuarios para elegir. Hoy bajò la participaciòn y quedan sòlo personas donde la mayorìa son de respetar y dignas de dialogar.

A la gente no les gusta debatir ya que son reacios a respetar la opiniòn de otros y a argumentar sus opiniones como para realizar un anàlisis; prefieren largar su opiniòn porque "asì lo digo yo" y si no te gusta "es un problema tuyo"; cualquier opiniòn diferente nace de una mente subdesarrollada. Prefieren lo trivial, lo superficial, el chismerìo, etc. y por eso las redes sociales han tenido tanto éxito. Los que prefieren el debate o el diàlogo exhaustivo siguen en los foros, pero son una minorìa absoluta.

De todos modos, yo soy el mismo en la vida real, no tengo la concentraciòn suficiente como para fingir y recordar una personalidad acà y otra diferente allà.

Saludos.

Hace algunos años, sobre todo en verano donde por las noches, a la fresca, nos reuníamos varios amigos y vecinos para charlar, tuvimos la ocurrencia de crear debates sobre diferentes temas, y por sorteo uno tendría que defenderlo y otro contrarrestar. La verdad es que resultaba entretenido, y más cuando a alguien de ideas progresistas tenía que defender ideas conservadoras, o viceversa, y perder o ganar la apuesta que los otros contertulios tendrían que votar al final del tiempo establecido. Porque apuesta la había, una sencilla y simple invitación: un refresco, una horchata. Casi siempre resultaba muy difícil defender una idea en la que no crees, pero como exigencia del juego la practicábamos, y, modestamente diré que alguna vez gané defendiendo, para el exterior, lo indefendible interiormente.

Pero este juego, aparentemente sencillo, creo que nos benefició, y el espíritu democrático salió fortalecido en todos nosotros. Nos obligaba a ver motivos en la idea ajena a la nuestra y defenderlos como si los sintiéramos.

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Eso sería lo ideal, Posti, poder hacer debates en plan sano. Pero no todo el mundo está capacitado para participar en dichos debates. De ahí pueden surgir disputas, malos entendidos, actitud violenta hacia la otra persona.

Nunca me he descrito, para eso están mis convecinos, que seguro que lo hacen mejor.