¿El rey entregó dinero a ETA?

Acaba de publicarse el libro “El Jefe de los espías” de Roca Ediciones, biografía de Emilio Alonso Manglano (1926-2013), director que fuera del CESID entre los años1981 al 1995. Manglano dirigió la agencia de los espías españoles. Ahora los periodistas Juan Fernández Miranda y Javier Chicote Lerena han accedido a las agendas, cuadernos de notas e informes de inteligencia de este militar nacido en València, formado y condecorado durante el franquismo, y más tarde recuperado por el gobierno del PSOE. Después del 23-F Manglano dirigió el espionaje del estado español, cuando ETA se encontraba en plena actividad. La documentación guardada, y ahora publicada, pesa más de 200 kilos, según la editorial. El diario ABC estos días hace una serie basada en los episodios clave del libro. Esta semana ha publicado el episodio titulado “El pago a ETA para liberar a Diego Prado, hermano del amigo del Rey, lo puso Zarzuela”.

El rescate del amigo del rey

El 25 de marzo del 1983 un comando de ETA-militar secuestró en el garaje de casa a Diego Prado y Colón de Carvajal. No lo habían seleccionado porque fuera el presidente del Banco de Descuento, sino por las relaciones de su familia con la Casa del Rey, por su apellido, porque era hermano de un personaje fundamental aquellos años: el embajador Manuel Prado y Colón de Carvajal, amigo y administrador privado del rey Juan Carlos. ETA apuntaba a un empresario del Estado.

ETA-m reivindicó el secuestro en una llamada a la emisora de Radio Popular de Bilbao. La organización terrorista exigió un rescate de más de mil millones de pesetas, 1.300 según avanzó el diario El País. Una inmensa fortuna. Diario 16 aseguró que la familia había mantenido dos conversaciones telefónicas con los secuestradores, por más que Prado y Colón de Carvajal lo negara.

Dos semanas después del secuestro aparece una primera referencia sobre el caso a la agenda del director del CESID, Emilio Alonso Manglano: «Detención de un comando (ETA-m) involucrado en el secuestro de Sr. Prado». Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se dedicaban de pleno a localizar al empresario, con el ministro José Barrionuevo al frente. Había indicios que apuntaban a un comando oculto en el barrio madrileño de Pilar. Después de cribar toda la zona, la policía detuvo a cuatro etarras e intervino cinco pisos francos, pero no consiguió liberar a Diego Prado. Todavía permanecía en manos de otros integrantes del comando Madrid. Tras dos meses del secuestro, después de unos silencios angustiosos, la familia exigió una prueba de vida. Los etarras interrogaron al cautivo y enviaron la transcripción y una fotografía al diario Egin.

El feliz desenlace ocurrió cuando apuntaba la madrugada del 6 de junio. Una llamada anónima a la redacción del diario El País reveló el lugar donde estaba Diego Prado y Colón de Carvajal. Un empleado de Iberia, compañía que había presidido su hermano, fue a buscarlo. Se especuló mucho sobre el pago de un rescate. Manolo Prado reconoció en una conferencia de prensa que había negociado con los secuestradores.

El pago del rescate se calcula entre 600 y 700 millones de pesetas, una cantidad estratosférica el 1983 ¿Quién pagó esta suma para conservar la vida del empresario? Manolo Prado demostró que él no había vendido ningún activo.

La agenda de Manglano ofrece respuestas en la página relativa al 11 de junio de 1983: «El dinero del secuestro del Sr. Prado, lo puso la Zarzuela» Quien da esta información al director de la inteligencia española es uno de sus subordinados más importantes, Manuel Guerrero, jefe del área de terrorismo del CESID, es decir, uno de los mandos más importantes de la lucha antiterrorista del Estado, con quien este día despacha unos cuantos asuntos. En esta época el Centro se dedicaba de pleno a un único terrorismo, el de ETA, y Manuel Guerrero, que se retiró con el grado de coronel, era una fuente cualificada.

¿El rey pagando rescates a la banda terrorista ETA? Al parecer no solo entrega millones de euros a la cortesana Corina, el rey Juan Carlos sabe corresponder y ayudar a sus amigos y amigas.

Libro interesante. Lo recomiendo.

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Rescates que nunca debieron existir si la banda terrorista y asesina ETA no hubiese existido. Y bien hizo el rey, si de su bolsillo salió, ayudar a un amigo. Esas amistades muy poco se dan en este mundo de intereses... Pero caso de ser verdad, y visos hay de ello ya que de no serlo el libro no hubiese visto la luz ante una mentira difamatoria tan grosera, el problema para mí es de dónde sacaba el rey tanto dinero. Si mal no estoy informado, su padre, el Conde de Barcelona, vivía en Estoril casi de la indigencia, ayudado por monárquicos españoles de gran nivel económico. O sea, que don Juan Carlos, por parte paterna, poco debió heredar, y con la asignación de la Casa Real, esos regalos de millones, tanto para ayudar a un amigo ante el peligro de perder la vida, como para satisfacer las necesidades de una cortesana de lujo, son, como poco, algo raros de entender... Si salió de la Hacienda pública, o sea del bolsillo de los contribuyentes por orden del Gobierno de turno, no entiendo por qué se dice salió de La Zarzuela.

Es curioso que quien más debió de esforzarse para que la ciudadanía admirase la monarquía y pudiera olvidarse de una República, tenga estas lagunas oscuras que nunca explica, y que por muy inviolable que sea su cargo, algo que debiera anularse, suenan fatal.

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