La térmica del Besós.

    LA TÉRMICA DEL BESOs.

Sus altas tres chimeneas, se ven desde muy lejos, se diría que es el signo identificativo del pueblo que las aloja, como un testigo de lo que fue, generadora de energía, y como  un proyecto de la  empresa de Fecsa que las cerro, y dejo para que el municipio hiciera lo que quisiera con ellas, pero no se demolieron, y ahí siguen  desafiando a las tormentas, e impasible al tiempo que les pasa por encima.

Cuando las conocí, en uno de mis viajes a España, y concretamente a Barcelona, empezaban a construirse, corría el año 1973, años convulsos de manifestaciones y huelgas generales. Se acababa la dictadura, y esta daba sus últimos coletazos en la figura de un dictador que ya se encontraba enfermo  y de una dolencia que lo llevaría  a la muerte, y por lo que todo movimiento de protesta y huelgas generales, estaban encaminadas a derrotar al dictador que ya entonces estaba enfermo de lo que decían era una Flebitis, y que su yerno el carnicero Martínez Bordiu acabo de rematarlo.

Las tres altas torres, que aún no se definían como enormes chimeneas, Subían hacia el cielo entre hierros, y andamios, cuando entre a trabajar en una empresa que estaba justo enfrente de ellas, y con las vías del tren, Mataró, Barcelona, la primera línea de ferrocarril de España) en medio que nos separaba. Entre a trabajar en lo primero que me ofrecieron, cargar y descargar camiones, en el enorme patio de la fábrica, mi situación económica no me daba tregua para buscarme una cosa mejor La pared que rodeaba el patio, y por la que veíamos el exterior nos sobrepasaba en altura, y teníamos que poner debajo cualquier objeto para asomarnos al exterior.

Eran cientos de trabajadores, lo que allí se movían como hormigas, entre hormigoneras, andamios, hierros y materiales de construcción, tantos, que a la hora
de la salida, al mediodía, para ir a comer en los bares y restaurantes cercanos, el pueblo se llenaba con el azul de sus monos  de trabajo............................................................................................................................................. Seguirá ya mismo.

Yo también las he visto alguna vez cuando he pasado por la zona, pero creía que estaban en funcionamiento.

Al leer el título creí que @barakarlofi se refería a la técnica del beso o de los besos.
Creí que se trataba de un error ortográfico.
Pero al leer detenidamente el artículo no ha sido así.

El Besós es un río, Nes.

NES escribió:Al leer el título creí que @barakarlofi se refería a la técnica del beso o de los besos.
Creí que se trataba de un error ortográfico.
Pero al leer detenidamente el artículo no ha sido así.

Hola Nes, el Besos es un río que baja por todos los pueblos desde Granollers hasta Sant Abría de Besos, y antiguamente antes de entrar en la U:E era una cloaca a cielo abierto, se canalizó, y hoy hasta ha surgido una nueva flora y fauna en sus orillas, que asombra a quienes lo conocimos todo lleno de suciedad, y aguas pestilentes. Divide, en su desembocadura, con sus orillas  a Barcelona del litoral marítimo.

En mi relato hablo más de su emplazamiento, y de su historia.

barakarlofi escribió:     LA TÉRMICA DEL BESOs.

Sus altas tres chimeneas, se ven desde muy lejos, se diría que es el signo identificativo del pueblo que las aloja, como un testigo de lo que fue, generadora de energía, y como  un proyecto de la  empresa de Fecsa que las cerro, y dejo para que el municipio hiciera lo que quisiera con ellas, pero no se demolieron, y ahí siguen  desafiando a las tormentas, e impasible al tiempo que les pasa por encima.

Cuando las conocí, en uno de mis viajes a España, y concretamente a Barcelona, empezaban a construirse, corría el año 1973, años convulsos de manifestaciones y huelgas generales. Se acababa la dictadura, y esta daba sus últimos coletazos en la figura de un dictador que ya se encontraba enfermo  y de una dolencia que lo llevaría  a la muerte, y por lo que todo movimiento de protesta y huelgas generales, estaban encaminadas a derrotar al dictador que ya entonces estaba enfermo de lo que decían era una Flebitis, y que su yerno el carnicero Martínez Bordiu acabo de rematarlo.

Las tres altas torres, que aún no se definían como enormes chimeneas, Subían hacia el cielo entre hierros, y andamios, cuando entre a trabajar en una empresa que estaba justo enfrente de ellas, y con las vías del tren, Mataró, Barcelona, la primera línea de ferrocarril de España) en medio que nos separaba. Entre a trabajar en lo primero que me ofrecieron, cargar y descargar camiones, en el enorme patio de la fábrica, mi situación económica no me daba tregua para buscarme una cosa mejor La pared que rodeaba el patio, y por la que veíamos el exterior nos sobrepasaba en altura, y teníamos que poner debajo cualquier objeto para asomarnos al exterior.

Eran cientos de trabajadores, lo que allí se movían como hormigas, entre hormigoneras, andamios, hierros y materiales de construcción, tantos, que a la hora
de la salida, al mediodía, para ir a comer en los bares y restaurantes cercanos, el pueblo se llenaba con el azul de sus monos  de trabajo............................................................................................................................................. Seguirá ya mismo.

SEGUNDA PARTE.

El siguiente lunes, nos encontramos a todos los trabajadores de Copisa que era el nombre de la empresa que construía las chimeneas, todos repartidos por las calles , estaban de huelga, decían, y en la puerta de la empresa, cuando nos acercamos, había un piquete pidiendo la solidaridad con nuestros compañeros, pasamos de largo, porque por nuestra situación laboral no podíamos meternos en líos. Quien me acompañaba era el compañero del patio, de los camiones, y nunca le conocimos el nombre porque como era maletilla aficionado a torear, y siempre buscando una alternativa por los pueblos cercanos, un día decía que se llamaba "El niño de Lebrija" otra "El niño de la capea" y así le decíamos que ya no era un niño, pues andaba por los 25 años, delgado, pelirrojo  también  le decíamos que nunca hubo un torero pelirrojo en la historia de la tauromaquia.

Ese día cuando levábamos el segundo camión de la mañana, se escuchaba un enorme jaleo fuera, nos asomamos poniéndonos debajo de los pies un par de palets de madera y nos asomamos, fuera, en la calle y en las vías estaban todos o casi todos los trabajadores profiriendo gritos y cantando sus eslóganes siempre contra la empresa y el gobierno, al poco vimos que los grupos se removían y miraban señalando en dirección a Barcelona, esperaban algo, pero seguro que aquello no se lo esperaban se veía venir un tren, pero este venía lleno  de grises, y no tuvieron nada mejor que hacer que antes de que el convoy llegara, recoger piedras y liarse a pedradas contra las ventanillas del tren, y seguramente que hirieron a la más de uno de los guardias, y si estos si ya venían con su mala baba a cuestas, se bajaron del tren dando palos a todo con el que se encontraban, y aquello se volvió un maremágnum de gritos, carreras, golpes, empujones, porrazos de porra y caídas, de forma que ya no se sabía en la distancia, quien pegaba a quien, y de pronto ¡¡pam, pam!!!, eran disparos que hicieron que el lagartija tan valiente con los toros, se tiró de donde estamos subidos y echó a correr, y yo también me baje por aquello de que las balas perdidas siempre van adonde no deben, y aquello seguiría, pero no vimos más, solo que a la salida del turno nos dijeron que habían matado a un trabajador, y que la ambulancia para no ser muy vista entro con las sirenas y las luces de emergencias apagadas.

Por aquel tiempo se ve que los huelguistas y los manifestantes volaban, porque ya habían muertos algunos por las balas al aire. Luego supimos que para compensar de alguna forma su crimen, la empresa le había dado un puesto de trabajo a la esposa del asesinado.

Pasó el tiempo, yo me volví a Argelia, y después a Francia, y desde allí conocí la muerte del dictador y el nombramiento del príncipe a título del rey, y cuando pasaron los años y desde la utopista, veo las tres chimeneas erguidas en la distancia como si no hubieran pasado los años, pienso si habrá alguien que recuerde a aquel mártir por defender sus derechos laborales, y el de sus compañeros, seguro porque ni siquiera habrá ninguna palca recordándolo. Eran tiempos de dictadura