El árbol de Violetta.

A mí me salieron 4 monitos este año

A mí uno.

Dicen que son bendiciones. Tenemos que abrir los brazos de par en par para que lleguen todas.

Vamos por los tamales?

Pues virtuales por lo menos

Me saldrá un grano en la lengua por el antojo. Ayyysssss!!!

Tamales

Y Martha es la culpable.

Sí señor.

Bajo ese árbol es posible que se oiga el rumor de las violetas. Violeta de color azul, el color del cielo bajo el cual crece y florece esta flor para contar a la gente sobre un gran amor. Y en el susurrar tranquilo, cuando es bueno escuchar, se puede oír la conversación de dos amantes. Pero dicen que solo el que lleva el calor del amor en su corazón, puede entender el lenguaje.

Aaahhh qué lindo!!!

Y TNT explotó en mi árbol.

Gracias :BESOO:

Violetta escribió:Hermoso Sauce llorón. Onde lo pondré?  

Cuidado donde lo pones, que te lo llena todo de ... lagrimas.

Tas, Violetta?

manugar escribió:

Violetta escribió:Hermoso Sauce llorón. Onde lo pondré?  

Cuidado donde lo pones, que te lo llena todo de ... lagrimas.

Lo acomodé en un rincón, se ve lindo, allá que suelte el lagrimeo y no venga pa acá. :BESOO:

Tomb escribió:Tas, Violetta?

Toy.

Dígame usteeee.

Hola, cariño, pues que te quedaste sin verme lo guapa que estoy yo de chico. Todavía quieres verme?

Claroooo!!!

Vale, subo la foto un minutito y luego la borro, okis?

Ya tá, la viste?

Nooooo. Jajajaja que soy lenta, tía!!!

Y ahora?

Tombiiiiiiiii con pelos en la cara te ves guapísimo jajaja no tendrás un hermano así de pelúo?

Tú eres bella!!!

Tengo dos hermanas mayores, pero tengo un sobrino de mi misma edad, jaja.

Con pelos en la cara?

Yo creo que terminaré casada con un oso jajaja ese gusto mío por los pelos en la cara es graaaaande.

"Cuando el amor toque a la puerta entrará como una tromba.
No podrás dejar fuera lo malo y recibir sólo lo bueno.
Si piensas que amar es igual a felicidad, te equivocaste de camino".
Walter Riso.



Cuando era mucho más joven pensaba que en el amor todo era paz, tranquilidad y felicidad. Pero descubrí que en los peores momentos es cuando más se demuestra lo que realmente sientes por el otro. En ese pequeño mundo de pareja, ya sean esposos, novios o como se le llame a su relación, no todo es lindo, hay tropiezos, raspones y caídas de todos los tamaños. No todo es bello, no todo es bueno, habrá momentos en donde querrás tirar la toalla una y otra vez y pensar ¡pero quién me manda! Cuando uno ama de verdad, pero amar de verdad que duele hasta los huesos, se enamora hasta de los defectos del otro, los comienzas a ver como oportunidades para mejorar, para crecer, para ayudar.  Y eso une.  En las buenas y en las malas.  

No, no me he fumado nada, sólo es Walter que me pone a pensar.

Pues vamos por un café, faltaba más faltaba menos!

¿Vamos a la cafetería a ver a Manu?

Vamos!!! Muero por un café bien caliente. Tengo frío.

.





Me acuerdo cuando nació este hilo. Fui la primera en darle un poco de agua a beber.
Mírenlo hoy!!!!

.

Seguro que le echaste fertilizante al agua.
Mira nomás cuántas ramas tiene ya.  
Se puso bien chulo mi arbolito.

Violeta, Cuando leí tu publicación acerca del amor. Me acordé de este video que en lo personal me gusta demasiado:

https://youtu.be/UCgHpCaF2n8

Hoooola Martha!

A ver, vamos a verlo.

Auch!

Qué fuerte, pero totalmente cierto.

Mi árbol hoy sonrió.  

Un cuento.

Una soleada mañana un hermoso pajarillo decidió pararse en una de las secas ramas de un viejo árbol.

Mientras el ave limpiaba cuidadosamente su rojo plumaje, escuchó que el árbol se lamentaba:

– ¡Qué triste me siento! ¡Antes era bello y frondoso, ahora sólo soy un montón de frágiles ramas! ¡A quien le importa un árbol que no da frutos! ¡Ni siquiera los niños quieren treparme!

– ¿A que se debe tanta desdicha? – preguntó el pajarillo al árbol.

– Pues verás, hace más de dos meses que los dueños de esta casa se fueron y desde ese día no he probado una sola gotita de agua, si no llueve pronto seguro que moriré.

– ¡Oh! ¡Que triste! Quisiera ayudarte, pero no sé como, sólo soy un pequeño pajarillo.

– ¿Crees que puedas traerme aunque sea un chorrito de agua fresca en tu piquito? – Preguntó el árbol.

– ¡Claro!– dijo el pajarillo – ¡Es una excelente idea!, voy a pedir ayuda a todos los pájaros del rumbo y juntos te refrescaremos ¡Ya verás!

– ¡Muchas gracias pajarillo! – Exclamó el árbol.

Las palomas, los cenzontles, los jilgueros, las calandrias, y otras aves del lugar, se reunieron en el río y dirigidas por el pajarillo rojo llevaron en sus picos agua para el viejo árbol.

– ¡Gracias! ¡Muchas gracias a todos! ¡Que feliz y vivo me siento! – Exclamó el árbol cuando, después de una larga espera, pudo disfrutar la lluvia que los pajaritos dejaban caer sobre él.

Todos los días los pájaros regaban con mucha generosidad al árbol. Poco a poco el viejo árbol recuperó su color, miles de hojas volvieron a crecer entre sus ramas y su tronco se hizo cada vez más fuerte. Todo él volvió a estar lleno de hermosas y fragantes flores que pronto se convirtieron en jugosas manzanas. ¡Que bello! El árbol volvió a sentirse vivo y frondoso.

La hermosura y presencia que el árbol daba al patio en el que vivía provocó que la casa nuevamente fuera habitada. Todos los días la señora de la casa regaba al árbol y éste cada vez estaba más resplandeciente. Los pájaros felices por la llegada de la primavera y por la dicha del árbol decidieron organizar una fiesta en el patio.

– ¡No! ¡No se paren en mis ramas! ¡Por favor! – dijo el árbol a los pajaritos- Que no ven que pueden tirar mis hojas, mis flores y mis frutos. A nadie le gustan los árboles secos. Busquen otro árbol para brincotear, hay muchos por este lugar.

El pajarillo rojo, junto con los otros pájaros, se fueron muy tristes por la actitud del árbol a quien tanto habían ayudado.

La mañana siguiente una paloma intentaba hacer su nido en el viejo árbol. El árbol muy enfadado dijo:

– ¡Oye! ¿Qué no vez que puedes dañar y ensuciar mis ramas y mi tronco? Hay muchos lugares donde puedes hacer tu nido, por que no buscas otro.

La paloma huyó avergonzada y entristecida. Lo mismo pasó con el jilguero y la calandria que intentaban alimentarse con las manzanas del árbol.

Poco a poco, los pájaros se alejaron del patio y dejaron de visitar al árbol. El árbol continuó hermoso y resplandeciente por un tiempo; pero cada día se sentía más pesado. Nadie comía ni tiraba sus manzanas. Tenía tantos frutos y flores encima que sus ramas y su tronco comenzaron a inclinarse. La señora de la casa pidió a su esposo que cortara el árbol porque en cualquier momento podría caerse.

El árbol, que escuchó lo que la mujer decía a su marido, lloró desconsoladamente. Los pájaros escucharon sus sollozos y acudieron al patio.

– ¿Qué te pasa viejo árbol? ¿Por qué lloras? – Preguntó el pajarillo rojo.

– ¡Estoy muy triste! ¡No dejé que ustedes tiraran mis flores, ni que comieran de mis frutos, ahora mis ramas pesan tanto que mi tronco se ha doblado y van a cortarme!

– No llores, viejo árbol, nosotros te vamos a ayudar – Dijo el jilguero.

Las aves comenzaron a tirar las manzanas, las flores y las hojas del árbol. Poco a poco el viejo árbol se enderezó y los señores de la casa decidieron no cortarlo. Aunque por un tiempo el árbol sólo tuvo unas cuantas hojas entre sus ramas, vivió feliz rodeado de pajaritos pues logro comprender el valor del agradecimiento, del servicio y de la generosidad.


Moraleja:
Todos necesitamos de todos.

Mi abuelo siempre pensaba en mí.  
Era un viejo de pocas palabras, pero sus hechos lo expresaban constantemente.
Hoy, una casita de madera, mañana, unos aretes y pasado mañana, unas galletas de animalitos con las que jugábamos en la mesa mientra la abuela preparaba el desayuno.
No se me olvida ese fin de semana que llegué a su casa. Me tomó de la mano y me llevó a su paso lento hasta el traspatio. "Ven, mira lo que te hice. ¿Te gusta?"  Era un hermoso columpio que colgaba de ese viejo y gran árbol que dio cientos de limones, quedaba justo al centro de su patio. Aquel armatoste era una llanta muy grande, recortada de tal forma para que una niña de siete años se sintiera segura. Pintado de color amarillo y atado al árbol con dos largas cuerdas. "¡Síiiiiii güelito!"  Sólo recuerdo que me abrazó muy fuerte e inmediatamente me cargó para subirme en su pequeña y gran obra maestra que a su nieta le dio muchos años de diversión.
El tiempo pasó. El árbol se secó, el columpió se olvidó, el abuelo murió y la nieta creció.  Todo pasa, pero los hermosos recuerdos jamás se olvidan.

Hoy no quiero la sombra de mí árbol, quiero sol!!!

¡¡¡Pero qué frío nos cayó!!!  Y pa quedarse todo el fin de semana.

Y sigue creciendo la lista de los conocidos contagiados por este terrible bicho que nos vino a cambiar la vida, o a quitarla.

Cómo se encariña uno con la gente, ¿verdad?
A veces pasa que no los conoces en persona, ni su voz, ni sus ademanes o gestos y tú ya estás enamorad@ y no sabes ni cómo sucedió. Bueno, pues me pasó. Lo estoy y ¡mucho!
Gracias a ti por despertarme cada día con tus hermosos detalles, gracias por quedarte una y otra vez a pesar y en contra de, gracias por todo lo bello que me haces sentir en estos más de 330 días.

Me gustaron las arrobas @@@

Violetta, y si pones un columpio en el árbol? Lo pasaríamos bien.

La vida nos deja de vez en cuando pequeños regalitos en lugares insospechados. A la vuelta de una esquina, entre las hojas amarillentas de un viejo libro, dentro del bolsillo de un pantalón sin uso.
No son grandes hallazgos, tan solo son detallitos minúsculos. Suaves caricias que el destino nos regala, dejando una leve sonrisa en nuestra cara y una pizca de endorfinas en nuestro cerebro.
Acaso un cielo con una luz especial. Un olor que nos trasporta a momentos queridos. Unas palabras leídas en un pequeño papel arrugado. Un suspiro de descanso al sentarse bajo un árbol acogedor. O puede que sea tan simple como hallar una hermosa flor, quizás una violeta silvestre.

Tomb escribió:Violetta, y si pones un columpio en el árbol? Lo pasaríamos bien.

Pos lo colgamos, faltaba más, faltaba menos!

Busquemos la rama más gruesa pa no llevarnos sorpresas jaja.

manugar escribió:La vida nos deja de vez en cuando pequeños regalitos en lugares insospechados. A la vuelta de una esquina, entre las hojas amarillentas de un viejo libro, dentro del bolsillo de un pantalón sin uso.
No son grandes hallazgos, tan solo son detallitos minúsculos. Suaves caricias que el destino nos regala, dejando una leve sonrisa en nuestra cara y una pizca de endorfinas en nuestro cerebro.
Acaso un cielo con una luz especial. Un olor que nos trasporta a momentos queridos. Unas palabras leídas en un pequeño papel arrugado. Un suspiro de descanso al sentarse bajo un árbol acogedor. O puede que sea tan simple como hallar una hermosa flor, quizás una violeta silvestre.

Ayssss mi Manulindo precioso.
Sabes que te quiero mucho, mucho.
Siempre con palabras lindas pa esta regia.
Te mando un abrazo juerte, juerte hasta allá.

Vengo a ver si mi árbol sigue vivo.
Hoy amanecimos a -6°C, algunas plantas ya están cocidas con el hielo, una pena, pero es buen motivo pa conseguir nuevas. Mañana se espera otro día igual.

Que si tengo frío? No, no siento nada, ya tengo too congelao.

Aislamiento día... ya no sé. Pandemia extremo.
Dos días sin luz, sin Internet y poca agua. Fue un verdadero martirio, pero nos enseñó a valorar lo que tenemos que es MUCHO y a dejar de quejarnos por cualquier tontería. Con un pequeño un clic a un botón y se encienda la bombilla, abrir la llave y salga el agua, la Internet 24 horas y de repente, ¡zas!  NADA.  Nos volvimos locos   , neta que sí.  Y aunado a eso el tremendo frío que se vivió, sin calefacción la pasamos bastante mal.  Pero ya pasó lo peor, dijeron.  ¡Ándate! Ahorita ya estamos a 3°C otra vez y esperamos amanecer a -1°C, si bien nos va y con la amenaza de que se nos vaya la luz de nuevo, ¡aaaaayyyssss no, ya no por favor!

Arbolito mío, espero no te seques, como casi todas mis plantas

Dos días sin luz!!!! Qué desastre...

Estoy viva de milagro

Jaja la pasamos requetemal, pero aquí estamos otra vez, con el miedo que se nos vaya de nuevo.

Con este calor y yo sin echarte agua, mi arbolito querido.



Ayyysssss se me descompuso la llaveeeee!!!

@manugar me ayudas? Tú le sabes a esto?

Violetta escribió:Con este calor y yo sin echarte agua, mi arbolito querido.

Las amigas estamos para ayudarnos.





.

¿Puede ser que allá a lo lejos haya un amigo ayudando a una amiga que quiere ayudar a un árbol?



:QUETEDOY:

Noooo, pos qué padre!!!
Con esos amigos, no necesito enemigos.
Tengo un vecino muy... voy a pedirle que... a ver si no me solicita un... porque tendré que... y me meteré en un lío gordo.

Arbolito, arbolito. Amanecí estornudando.
Y seguro que fue alergia por la visita que hice ayer en la noche a un espacio enorme, lleno de aparatos y en su mayoría de seres masculinos. Un gimnasio.
Admito que hace años no me paro en uno, ayer que entré, vi aparatos que no sé si se usan con uno de pie o de cabeza, ya me irán diciendo los entrenadores. El lugar olía bien a pesar de ver a todos esos cuerpos sudoroso y trabajados por años, llenos de bolas y caras bastante felices al ver mujeres entrar por la puerta jajaja la verdad es que se siente raro que te observen muchos chicos a la vez, debo admitir que me sentí un poquillo incómoda. Pero yo voy a lo que voy. Bueno, mejor dicho, me fui a inscribir y les dije, mañana vuelvo jajaja gran comienzo el mío, no? Es que no llevaba la ropa adecuada, sólo iba a preguntar y terminé inscribiéndome y no pienso abandonarlo. Cuando llegué se veía un humo blanco, pensé que permitían fumar, qué raro, en un gym. Pues no. Resulta que un hombre con un aparatejo que parece bastante pesado pasa cada 30 minutos por cada pasillo desinfectado el lugar, y espero que a uno que otro bicho que se quiera acercar, también. Porque repito, yo voy a lo que voy, a darle al cuerpo lo que hace mucho no le doy jajaja me da risa porque se lee feo, sólo yo me entiendo.
Hoy es el día uno, a ver si no empiezo como las historias cómicas que se cuentan en dónde termina uno por odiar al entrenador, al que conocí ayer y ¡Madre mía! Ese hombre ha de pesar unos 120 kilos y la mayoría del peso lo tiene en brazos, piernas y pecho. Pobre, le deben pesar.

Pues vamos a ver cómo regreso del día uno y si es que me dan ganas de volver al día dos.

Yo nunca he ido a un gimnasio, no quiero provocar ningún accidente, jaja.

Jajaja pues bueno, hay que buscar la hora perfecta pa no provocar esos pequeños inconvenientes.

Primer round.
Sobreviví. El entrenador fue benévolo.