El peligro acecha y miramos hacia otra parte...

Unas elecciones generales en España en estos momentos tan problemáticos, y a tantos niveles, creo sin duda que nadie las quiere, excepto Vox, que, por errores de los partidos que se denominan democráticos, están haciendo que día a día tenga más adeptos.

No obstante, hoy Vox no tiene poder por sí mismo para gobernar, ha de depender del PP aunque su intento sea extorsionarlo, en la medida que el PSOE lo fue por Podemos.

¿Cómo conseguir que la espuma Vox no siga en aumento, sino menguando? Pues yo no veo otra que repetir por parte del PP lo que ha hecho PSOE con Podemos, alcanzar el Gobierno y darle algún ministerio y vicepresidencia para que la sociedad española comprenda que, ni el verde ni el morado son partidos políticos para gobernar. El descenso día a día de los morados así nos lo hace ver, llegaron muy alto para mostrar al electorado unas alforjas tan vacías de virtudes de gobierno.

Naturalmente que esto sería un peaje muy caro, carísimo. Primero que gobernase nuevamente el PP, conocidas sus corrupciones, además de que iría, como es habitual en la derecha conservadora, en favor de los poderosos, debilitando a los más débiles. Pero si el PSOE quiere terminar su legislatura, acompañado de los morados, por mucho que esta verdad duela, Vox podría alcanzar al PP en intención de voto y, hasta muy peligroso, sobrepasarlo. Esto sí sería una calamidad para España, que la alternativa a la izquierda apocada del PSOE fuera la extrema derecha.

Puede parecer ciencia ficción, pero si pensamos que la situación económica es mala, si vemos que no saben desde el Gobierno establecer la solución adecuada y enderezar el rumbo, y el Partido Popular, por parte del incompetente Casado, no ha sabido limpiar la roña de la corrupción acumulada en su partido desde los tiempos de Aznar, que nadie se extrañe que la gente tire por la calle de en medio y utilice a la extrema derecha como castigo por la inutilidad de los actuales gobernantes y los anteriores peperos. Claro que el castigo no debiera ser nunca mayor que el delito, y el castigo no sería únicamente para los políticos derecha/izquierda si Vox llega a La Moncloa, sino para todo españolito. Cuidado, pues.

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